lunes, 12 de mayo de 2014

Forjando los Reinos: Los Esclavos de Xaerogleth

Por Ed Greenwood
Traducción por Bowesley

¿Cómo y donde y cuando comenzaron los Reinos Olvidados? ¿Qué hay en el corazón de la creación de Ed Greenwood, y como el  Gran Maestro de los Reinos usa su propio mundo cuando dirije una aventura de D&D para los jugadores en su campaña? "Forjando los Reinos Olvidados" es un artículo semanal nuevo donde Ed responde a todas estas preguntas y muchas más.

Los contempladores son lo que los humanos consideran genios, y la mayoría de ellos lo son, según las opiniones de los relativamente pocos humanos que han llegado tener más que un conocimiento superficial (o más a menudo, un grito y luego huida) de la personalidad de genios retorcidos de los contempladores.
Orgullosos, egocéntricos, paranóicos y cínicos por naturaleza, los ojos tiranos toman precauciones contra lo que cualquiera otra criatura en el mundo podría hacerles o frustrar sus objtivos y deseos. La mayoría de ojos tiranos también se aburren, y pronto o bien se lanzan afuera debido a ese aburrimiento o comienza a perseguir planes elaborados para salir de su hastío. A menudo estas intrigas son brillante y casi siempre son tanto complejas como con muchas capas, y lo que la mayoría de los humanos consideran extrañas.

Por ejemplo, un contemplador podría disfrutar engañando humanos en fabricar, disfrutar y consumir inmensas cantidades de vino de pescado, oteniendo gran diversión del hecho de que los humanos estan bebiendo algo que es tanto asqueroso para su paladar como dañino para muchos de ellos debido a las toxinas que estaban en particular en los tipos desagradables de pescados elegidos para el uso en la fabricación de vino. El contemplador hace esto puramente porque los humanos han sido engañados (gracias a las manipulaciones del contemplador para marcar tendencias entre humanos individuales) para pensar que este vino es "superior" y "es algo a disfrutar". Otro contemplador podría jugar con las familias nobles y los gobernantes de un reino, como una partida de ajedrez en vivo, para ver a quien pueden derribar o hacer avanzar, puramente para su propio entretenimiento. Otro buscará criar monstruos para obtener criaturas nuevas de naturaleza estable y fértil... etcétera.

Un contemplador de tamaño relativamente enclenque y de edad joven, que viven en las tierras salvajes montañosas al sureste de Amn a principios del siglo XIII CV, perseguía objetivos que salvaron su vida, pero también lo atraparon, objetivos que aún están afectando a aventureros por todas las Tierras Centrales hasta hoy en día.

Este es el relato de los esclavos de Xaerogleth.

Xaerogleth de los Muchos Látigos

Se desconocen los padres del tirano ojo que se hace llamar Xaerogleth, pero fue criado por un contemplador que puede haber sido uno de sus padres,  para ser el reemplazo de ese contemplador como el guardián de la guardia de un dragón blanco anciano. El wyrm gigante y normalmente adormecido, un tal Althiunthlahlurmm, era desconocido para la mayoría de humanos y dragones por igual debido a que raza vez se agitaba en su lejana y bien oculta caverna de alta montaña, donde había amasado un tesoro de monedas de oro y gemas sin tallar principalmente arrebatadas a fuentes calishitas (incluyendo a dragones menores que había matado) en un pasado lejano.

Allí el contemplador Xiccaldaurr habitó como el Guardián del Tesoro, dirigiendo a no menos de una docena de horrores acorazados que esperaban bajo el tesoro, para atacar y acabar con todos los intrusos según las ordenes de Xiccaldaurr. Ocasionalmente, Xiccaldaurr salía de forma clandestina de la guarida para atacar o espiar a otros residentes de Amn oriental. Sin embargo parece que se cansó d esta existencia tras cierto tiempo. Adquiriendo (o más probablemente produciendo por emparejarse; Elminster desconoce los detalles o la verdad de esto, asi como con cual contemplador podría haberse emparejado) un contemplador muy jóven llamado Xaerogleth, entrenó al contemplador joven en sus deberes de vigilar el tesoro de Althiunthlahlurmm, y luego desapareció, probablemente marchandose para siempre de la zona para seguir una vida difernete en cualquier otro lado.

Pronto Xaerogleth se cansó la vigilancia y busco aliviar su aburrimiento a través de largas expediciones para espiar en Amn y sobre los pueblos y ciudades independientes al este de Amn a lo largo de los senderos comerciales, y coleccionando monstruos que luego entrenaba para que le sirvieran. Sus criaturas favoritas eran las serpientes voladoras que llegaron a ser conocidas como "los Látigos" gracias a sus tácticas de lanzarse directamente a las caras, cuellos y otras partes vulnerables de los oponentes mientras atacaban en enjambres. Durante años, los Látigos fueron todo lo que vieron algunas víctimas de Xaerogleth en un encuentro, golpeando o inmovilizando a enemigos (enrollándose en sus piernas) antes de que el contemplador mismo se dejase ver. Sus ataques y muertes crueles hiceron que de hecho las tierras al este de Amn fueran peligrosas para los humanos a lo largo del principio del siglo XIII.

Sin embargo estas mismas estragos se cobraron su precio sobre los Látigos, y Xaerogleth encontró cada vez más difícil encontrar, capturar y entrenar a los reemplazos; las serpientes voladoras salvajes en o cerca de Amn oriental eran pocas y en principalmente indómitas, a menudo luchando hasta la muerte en vez de permitir ser esclavizadas. 

Reteniendo a su puñado pequeño de serpientes supervivientes como una guardia personal, Xaerogleth decidió actualizar a un mejor y más versátil esclavo.

El Proyecto

En su orgullo, Xaerogleth decidio que podría, a través de cría, una criatura esclavo mucho más adecuada de la que podría capturar y entrenar. Eligió a los humanos como patrón base, porque eran ágiles, adaptables y versátiles, y muy, muy abundantes. Desde su punto de vista, también eran "mentalmente débiles".

Xaerogleth resultó ser uno de esos contempladores que poseia un aptitud natural para el Arte, al igual que algunos humanos poseen un talento inntato para la magia arcana. Durante décadas trabajó para perfeccionar conjuros que le proporcionasen un dominio mental dentro de un radio diminiuto de un objeto orgánico focal. Se le ocurrió la idea de utilizar huesos humanos como sus focos, huesos pequeños de los padres los humanos que había criado en cautividad, implantados quirúrgicamente en sus descendientes. De esta forma, el contemplador consiguió entrar sin esfuerzo en, y controlar, los cerebros de varios humanos a la vez. De esta forma, los humanos se convirieron en los esclavos de Xaerogleth, esclavos controlados mentalmente que podían ocuparse de tareas humildes por él, hacer cosas peligrosas por él, vigilar y luchar por él y etcetera. A través de la práctica incansable, ya que no le importaba llevar los cuerpos de sus esclavos hasta el agotamiento y más allá, hasta derrumbarse, se volvió en experto en controlar habilmente a varios humanos en grupos ligeramente cooperadores.

Luego Xaerogleth se puso a trabajar en la creación conjuros nuevos y mejores que finalmente que permitían a su propia conciencia "saltar a las cabezas de " estos esclavos, moviendose sin esfuerzo de un eslavo a otro si los esclavos estaban lo suficientemente cerca uno de otro.

Casi el Desastre

A finales de verano del 1352 CV, con Xaerogleth aún residiendo en la guarida de Althiunthlahlurmm pero planeando pronto marcharse para siempre (y el dragón en uno de sus sueños prolongados), una banda de aventureros explorando las montañas en busca de antiguas minas enanas descubrió la guardia del wyrm, y sorprendieron al ojo tirano, que estaba concentrado en perfeccionar un conjuro complejo y difícil (irónicamente un conjuro de guarda que activaría una alamra si entreban intrusos en la zona protegida). Aterrorizados, los aventureros atacaron con todo lo que tenían, y tuvieron éxito en derrumbar una parte del techo de la cueva. La cascada de piedras que caían aplastó el cuerpo del contemplador.

Xaerogleth solo tuvo un instante o dos para huir, y desesperadamente lanzó su consciencia hacia su esclavo más cercano: un mujer humana de pequeña estatura y aspecto anodino, de la que se había abstenido de destruir debido su pequeño tamaño y pesa la permitían escalar estanterías y alcanzar repisas de almacenamiento en la cueva de lanzamiento de conjuros, que los humanos esclavos más grandes y musculosos no podían alcanzar sin dañar lo que les había ordenado recuperar.

Luego huyó de la guarida del dragón, hacia el oeste en Amn. Finalmente llegó a Crimmor, y allí utilizó su inteligencia para conseguir de forma encubierta dinero, práctica y mejorar su dominio del Arte, y hacer contactos, e intrigar.

Xaerogleth desea desesperadamente hacerse con el cuerpo de otro ojo tirano para que sea el suyo propio, pero aún no ha desarrollado todos los detalles (completados con planes alternativos de retirada, en caso de que este peligroso intento de robar cuerpos salga mal) de someter la mente del contemplador de cuyo cuerpo se esta apoderando, no quiere terminar luchando con una inteligencia residente dentro de un cerebro que quiere todo pasa sí, albergado en un cuerpo que quiere mantener ileso. 

Xaerogleth esta considerando usar de alguna forma a un grupo formidable de aventureros, como el que destruyó su cuerpo, en su intento por encontrar y robar el cuerpo de un contemplador. Hasta ahora, esta probando a un "establo" cada vez más grande de grupos aventureros patrocinándololes las excursiones a dungeons y explorando ruinas relacionadas con rumores sobre contempladores al acecho, y exigiendo que los aventureros encuentren e identifiquen (tamaño, nombre si es del todo posible, características, objetivos) a cualquier ojo tirano con el que se encuentren.

A Elminster le gustaría añadir el recordatorio aleccionador que esto es tan solo la historia de un contemplador Por todo Faerûn y los otros continentes de Toril, existen miles de contempladores ferozmente independientes, en gran parte ocultos (y, según los estándares humanos, tanto locos como peligrosamente capaces) persiguiendo sus propias intrigas descabelladas.